La Radiología Vascular Intervencionista se especializa en el diagnóstico y tratamiento de diversas enfermedades a través de técnicas mínimamente invasivas, guiadas por imágenes diagnósticas.

En la semana del 16 de septiembre, se llevó a cabo el Congreso SIDI, el cual contó con la participación de expertos tanto nacionales como internacionales en esta disciplina. Durante este evento, se realizó un taller práctico donde se presentó el enfoque innovador de esta práctica médica. Uno de los aspectos destacados de esta especialidad es su capacidad para evitar la necesidad de recurrir a cirugías abiertas tradicionales.

La Radiología Vascular Intervencionista ofrece una serie de beneficios significativos, incluyendo estancias hospitalarias más cortas, reducción de riesgos, menor trauma asociado a los procedimientos, menor ocupación de camas de hospitalización y cuidados intensivos, así como una disminución del dolor. De manera igualmente importante, los pacientes pueden recuperarse más rápidamente en comparación con la cirugía convencional.

Además de estos beneficios, esta disciplina también contribuye a acortar los períodos de incapacidad médica, lo que facilita el regreso de los pacientes a sus actividades cotidianas en plazos más cortos. Esto se logra gracias a la minimización de la invasión durante los tratamientos, permitiendo que los pacientes se recuperen de manera más efectiva y puedan retomar sus vidas normales con prontitud.